sábado, 22 de octubre de 2011

Un Estudio Comparativo Sobre La Constitución Española: ayer y hoy.



1.     Estudio comparativo sobre los Censos Electorales:

El Censo Electoral de 1978 es de 26.632.180 personas, mientras que 30 años después, en 2008, el Censo Electoral es de 35.073.179 personas. En 30 años se observa un crecimiento de un 24,06%, que equivale a 8.440.999 personas.

2.     Estudio comparativo de Votos emitidos:

Los Votos Emitidos en 1978 supusieron una participación de un 67,11% del total del Censo Electoral, lo que significa que votaron 17.873.271 de personas. El nivel de participación crece en 2008 un 8,24% respecto al referéndum de 1978, lo que supone una participación de 25.900.439 personas que ejercen su derecho al voto. Un 75,35% del Censo Electoral total del año 2008.

3.     Estudio de Votos nulos:

En 1978 el porcentaje de Votos Nulos es de 0,75%, estos son 133.786 votos nulos. Mientras que en 2008, ese porcentaje es de 0,64%, o lo que es lo mismo, 165.576 votos nulos.

4.     Estudio de votos en blanco:

En 1978, en la votación de la Constitución Española, 632.902 personas votaron en blanco, esto suponía un porcentaje de un 3,57%. En la últimas Elecciones Generales de 2008, ese mismo porcentaje fue de un 1,11%, es decir, 286.182 personas votaron en blanco.

5.     Estudio de Votos a las opciones a votar (Referendum: SI/NO – Elecciones Generales: Candidaturas):

Un 96,43% de los votos emitidos en 1978, fueron destinados a la aceptación o rechazo de la Constitución Española. Fueron un total de 17.106.583 de españoles los que dijeron SI ó No a una constitución en los términos en que esta se ofrecía. De entre todos los votantes (el 96,43% del 67,11 del total del Censo Electoral), un 88,54% votó SI. Fueron 15.706.078 los que avalaron la constitución en aquel referendum.
30 años después, en las últimas Elecciones Generales, 25.448.681 de personas (un 98,89% del 75,35% del total del Censo Electoral) emitieron un voto para alguna candidatura,, siendo el PSOE la fuerza más votada entonces con 11.289.335 personas que depositaron en ese partido su confianza, es decir, un 43,87% de ese voto hacia alguna candidatura. La siguiente fuerza mas vota, el PP, consiguió 10.278.010, lo que suponía un 39,94% de los votos dirigidos a alguna candidatura.

CONCLUSIONES AL ESTUDIO:

Teniendo en cuenta que los gobiernos se renuevan cada 4 años, cosa que no sucede con la Constitución Española, que ni se renueva, ni se vuelve a avalar por la nueva población a la que sirve, podemos decir lo siguiente observando los datos de los 5 estudios:

a)    Existe un notable crecimiento del Censo Electoral en 30 años: Esto supone que en España existen 8.440.999 personas con capacidad de decisión que nunca ha podido expresar su opinión, ya sea a favor o en contra, respecto a la Constitución vigente. Esto supone que un 24,06% de la población nunca ha tenido ni la opción de ratificar la actual Constitución Española que se supone le ampara por decisión unánime de la ciudadanía (de la ciudadanía de 1978).

b)   Respecto a los votos emitidos, o de los que REALMENTE VOTAN, se puede afirmar lo siguiente: actualmente España se rige por una constitución votada en referéndum por 17.873.271 de personas. Estas son 8.027.168 personas menos que las que votaron en las Elecciones Generales de 2008. Es decir, de la población activamente participativa en los procesos electorales, un 33,99% jamás ha tenido la oportunidad de expresarse en cuanto a la Constitución. Se puede interpretar que aunque demuestren con su participación activa en lo procesos electorales su voluntad democrática, ni tan siquiera han tenido la oportunidad de revalidar ¿su Constitución?

c)    Nos encontramos con que la población que en su momento avaló la Constitución Española (15.706.078 personas que dijeron SI), hoy representa el 44,78% del Censo Electoral actual. Mientras que el 55,22% no ha tenido la opción de manifestar su opinión al respecto.

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" El poder del dinero nunca ha sido tan grande, insolente, egoista con todos, desde sus propios siervos, hasta las más altas esferas del Estado. Los bancos, privatizados, se preocupan en primer lugar de sus dividendos y de los altísimos sueldos de sus dirigentes, pero no del interés general" (Stéphane Hessel)